¿Quién está en guerra aquí y ahora? Parece que el mundo entero se declaró en estado de caos. Los tambores suenan en todas partes, Rusia, Ucrania, la inflación galopando, la nueva pandemia, Depp, Heard, un adolescente matando abuelas y niños. Después de tanta civilización…¿Somos esto? Sigo pensando que no.
La pregunta de ¿Quién está en guerra? para para vos. Si, vos.
El ego siempre busca, de alguna manera encontrar al \”culpable\” del juego. Depp? Heard? Putin? El carajillo, las armas, los fabricantes, la industria farmacéutica, las vacunas, vos por ver las noticias y no hacer nada… Buscá culpables, poné un nombre y lo hacemos encajar en el rol.
¿Qué jodido verdad? Jodido y sin sentido. Algo en nosotros piensa que si castiga, soluciona. Y no.
Ante el horror inimaginable de casi veinte niños que no vieron el amanecer de hoy, y el profuso sufrimiento de países enteros sumidos en violencia, en miedo, en una fealdad incomprensible por ser interna.
¿Cómo hago para no buscar culpables y hacer algo de conciencia en un mundo que parece haberla perdido por completo?
¿Cómo se encuentran soluciones en un mundo tan fenomenalmente confuso?
No sé si necesitamos soluciones o la debacle total. La verdad no lo sé.
Cuando veo este juicio mediático por sumas de dinero inalcanzables totalmente para quiénes lo estamos alimentando de atención, y veo el mismo caos, el mismo desastre y el mismo dolor, confirmo lo que todos sabemos en teoría y quisiéramos probar en la práctica: que el dinero no, no da… bueh. Nada particularmente deseable.
¿Tranquilidad? Preguntale a Johnny Depp si da tranquilidad.
Ah pero claro, yo no soy Johnny Depp, ni Amber… ni Putin. Yo no haría nada de éso. Por supuesto que no. Mi historia sería diferente. \”Yo con esa plata… \” Aha… dale a alguien más ese chupa chupa.
El mismo miedo que corre por las venas de los poderosos corre por las nuestras.
Exactamente el mismo miedo. Diferentes formas y significados. Claramente.
Pero en lo esencial, la mente Universal es una, y el mismo dolor nos corroe a todos.
Y lo proyectamos, lo vemos en todo porque evitamos a cómo sea sentirlo.
Estamos en guerra personal y no nos damos cuenta.
Y acá es donde parece enredarse todo ¿Verdad?
La única respuesta que puedo darme es que creemos profundamente en la existencia de la muerte, y que la historia sólo se entiende en retrospectiva.
Parece que esto nos da el mismo entretenimiento paliativo de \”Dios sabe por qué hace las cosas\”.
Pero no deja de ser interesante la respuesta que llega después: ¿Quién le está poniendo atención a ¿qué? y la más importante de todas las preguntas… \’¿Para qué?
¿Para qué le pongo atención al terror? No estoy un centímetro más cerca de mi muerte que yo sepa. Y nunca voy a saberlo.
Sin embargo nos salta el animal y le pone atención a lo que lo hace sentir. Sentirse amenazado, enojado, indignado, asustado… Lo que sea. Sentir es la máxima expresión del instinto.
Me gusta muchísimo esta escena en \”Dune\” en la que un personaje tiene que meter la mano en una caja que contiene dolor para probar su humanidad.
\”Los animales son capaces de comerse su propia mano para evitar el dolor. El ser humano puede llegar hasta su centro\”
¿Desde dónde queremos responder a todo lo que este caos nos trae a sentir?
Lo más fácil siempre será distraer el miedo. Comerse el show mediático de turno, tragarse las noticias, ir a comprar helados, zapatos o teléfonos.
Lo más fácil será echarle la culpa a todo y a todos.
Lo mas inútil y lo más usual probablemente defenderme de lo que sea que se siente amenazado en mi.
Y no ver que la que siente lo que siente soy yo.
No digo nada más que eso. Ni nada menos.
No digo que Putin sea el bueno, o el malo…o Zelenski, o Heard. O nadie.
Lo que digo es que todo este desmadre nos pone a sentir cosas, miedos, tristezas, nostalgias, enojos y que es buen momento para verse en los espejos.
Estamos en guerra si, pero ¿contra quién es realmente? ¿Quién la sufre además de las víctimas más obvias?
Nos llenamos de argumentos para valorar lo que sea que nos importe, mantenemos la tele encendida, -y no hablo del aparato-. Vemos víctimas, victimarios y nos soñamos salvadores.
¿Contra quién es tu guerra en realidad?
Dice el CM que nunca estamos enojados por la razón que pensamos.
Siempre hay que irse un poco para adentro. Buscar la paz donde nos corresponde crearla, en nuestro metro cuadrado. Sólo ahi nos toca. Sólo desde ahi podemos hacer algo.
Una conciencia en guerra no puede percibir la paz en ningún escenario.
Una conciencia de paz, sin embargo, la extiende. La contagia.
No se trata de andar dando bendiciones por el mundo como un papa.
Se trata de entrar en paz conmigo, nada más. De iluminar el único lugar y el único momento donde jamás dejaré de estar, aqui y ahora.
Si nos dejáramos sentir y no evadiéramos, no respondiéramos, no reaccionaramos.
Si solo todos, nos dejáramos sentir lo que sentimos. Nada más.