«Sísifo, el hombre que engañó a la muerte», es un libro publicado por el autor español Pol Gise. Ha sido un enorme gusto leerlo/escucharlo y su lección es una que lo vale todo. Seguí leyendo si te interesa sentir que intentarlo lo vale. 🙂
Pol Gise es un joven escritor español a quien conocí gracias a una de mis hijas en un canal brillante en que expone el teatro de las mitologías con emoticones. Lo conocí yo a él, que no al revés, aunque habla tan bien y tiene tal sentido del humor que siempre hay una parte en mí que le reprocharía no saludarme de abrazo si nos cruzamos en la calle.
Pol es un tipo profundamente y maravillosamente fértil.
Ha escrito tres fantásticos libros. Como sus «chismecitos» y su podcast. El primero, «Hades, el dios menos malo«; el segundo, «Hércules, el héroe que no quiso serlo«. Y por último y muy recientemente, «Sísifo, el hombre que engañó a la muerte«.
Y su canal de Youtube se me ha convertido en un santuario donde descanso de muchas vainas y que sin duda pone mi mente en un lugar literalmente fantástico, en esta humanidad brutal y a veces inevitablemente cómica que traen las historias de la mitología griega.
Dejo acá el link a toda la información de Pol Gise: https://linktr.ee/polgise
Pero su último libro, Sísifo, me colocó en un mirador del que nunca había contemplado la vista.
Pol me mostró a Sísifo feliz.
OK, vamos al principio…
Sísifo tiene una historia larga e intensa, ante todo un ser humano, de pe a pa.
Ingenioso, astuto, jodido a ratos. Creativo, por decir poco. Que lo logra, de una u otra manera. Inevitablemente me recordó a nuestro Uvieta y su Muerte en el palo de uvas, mientras tenía a Tánatos encerrado en el armario. No me meto en detalles, escúchate o léete el libro, que lo vale a cada instante. Y si no, ¡fijo Pol tiene la historia resumida en alguno de sus videos!
No me voy a meter ahí, siempre está el recurso de Google si te interesa. Lo que es trascendente es la parte de la historia de Sísifo que nos toca a todos.
La parte de su historia de que la hablamos más o menos así: «Sísifo es aquel que castigaron subiendo y subiendo -a la cima de una montaña- una piedra que siempre se vuelve a caer». El «papá de la frustración» en mi universo, el símbolo del desengaño, el más fenomenal testigo de que la puta esperanza tenía razones para estar en la caja de Pandora… Eso creí hasta que leí el libro de Pol.
Este año mi piedra de colores ha subido y bajado una y otra vez, de muchas y variadas formas.
La Vida me obligó de alguna manera, por un lado porque se me bajó casi a cero la escritura creativa, y por otro porque en serio creo en lo que sale de mi pincel.
He subido la montaña docenas de veces este año, sintiendo el agua al cuello frecuentemente; uno y otro y otro chance, proyecto, idea, camino, solución… y la puta piedra vuelve a irse para abajo, no importa lo que haga o deje de hacer.
Con una frecuencia vergonzosa he querido renunciar, patearla y mandar todo al carajo. Al final, no. Va de nuevo la piedra para arriba, y yo empujando, y a estas alturas inevitablemente amargada y sintiendo un cansancio infinito.
Este sitio (www.olgasaenz.com / www.thecostaricapodcast.com) es un resultado de eso. Una piedra más que subir, a ver si lo logramos de una puta vez.
(Un tema del que me interesa hablar por aparte, porque a los guías y a turismo les puede interesar)
Y no… esta también se cae, por pequeñita que parezca ser. ¡Ah! La puñetera gravedad.
Hasta aquí la historia. Un cuento de intentos fallidos. Un fracaso tras otro, tras otro.
La esperanza puesta en un día que no es hoy, justamente.
Batallando con el miedo y el desconcierto que a ratos parecen pegarme unas palizas de padre y señor mío. Atenazada por el calendario imaginario, que trae un montón de también imaginarias espadas de Damocles: la renta, el pago de servicios y detallitos similares.
Tentada con abandonar todos los días y volviendo a comenzar este día sí, y el otro también. Pero agüevada de intentarlo tanto y sentir que no lo logro.
Hasta que leí el final de este maravilloso Sísifo. Ese que me enseña que, de alguna manera, éste intentarlo indefinidamente ES el proyecto, ES el verdadero disfrute de toda esta odisea. Ese intentarlo, es la meta. La única importante a la hora de las horas.
La auténtica maravilla no sucede al final de la aventura. Lo Verdadero, lo Importante y lo más FELIZ está en cada pincelada, en cada palabra, en cada intento, aunque aparentemente siga perdiendo el tiempo y el enésimo tanteo.
Y aunque con intensa frecuencia vea la cima desde lo bajo con rencor y autocompasión, y sienta que por mucho que quiera no lo voy a lograr nunca… Aquí estoy, comenzando una pintura más, escribiendo más letras, más artículos, acomodando las pinturas por aquello de que alguien venga a verlas.
Subiendo mi piedra de colores una vez más.
Porque de eso se trata Sísifo, y Vivir.
A la hora de las horas es intentarlo, tanto si se logra como si no. Estamos en el ahora, subiendo, creyendo, viendo posibilidades, respirando. Vivos. Sin duda, vivos.
Gracias, Pol Gise, por esa maravilla que nos traés en cada palabra y cada letra.
Y gracias a vos, si leíste hasta el final, por leerme, por apoyar y por subir tu propia piedra, que a todos nos toca. El triunfo no es dejarla arriba… Es subirla, todas las veces, todos los días. Con o sin cansancio, con o sin esperanza.
La Paz, o es activa o no es Paz. Y mi paz hoy está en intentarlo con amor, cantando a ratos, bailando en otras, sonriendo y riéndome mientras lo intento. Y llorando y cabreándome y mandando todo a la mierda, ¡también!
En eso radica la libertad cotidiana, que al final es la única verdadera Cima que importa.
Ahí te la dejo, voy a ir a acomodar las pinturas. Tal vez llegue grupo hoy. 🙂
Mil gracias.