La experiencia de pintar en San José, como cualquier otra, puede ser una manifestación de alegría, libertad y creatividad, o un viaje al infierno de la inseguridad, el estrés y la presión por la continua mejoría. Siempre va a ser una elección.
Una de las reglas, tal vez más llamativas de mis talleres es que en principio, pido no imitar nada. Sólo pintar, lo que salga, como salga. No se trata de pintar “bien”. Se trata de abrirte a pintar. De expresarte a través de los colores y las formas. De darte la oportunidad.
El taller de pintura dura entre dos horas pero se puede extender a tres.
Iniciamos caminando afuera, en la naturaleza (Si el clima lo permite). Vemos detalles como los juegos de sombras y luces, tan mágicos cuando hablamos de árboles, viento y movimientos. Vemos texturas, formaciones inusuales. Observamos de cerca las cortezas de los árboles, y tocamos la suavidad de los pétalos: atestiguamos la seca rigidez de lo que ha muerto, y contemplamos, a veces en absoluto asombro, el contraste de algo que apenas nace.
Y si, ¡claro! ¡Vemos contrastes! Vemos colores, las diferencias, las semejanzas, lo que nos mueve, lo que nos hace entrar en silencio. Damos una vuelta individual sólo viendo formas, tal vez incluso fotografiando las que más nos llaman. Contemplamos el macro, y cómo percibimos al mundo en 3D.
La observación es transcendente para comprender que las formas son más fáciles de imitar de lo que pensamos y, por otra parte nos permite soltar la imaginación en dimensiones en las que nos movemos poco.
En la segunda parte, retornamos al estudio donde en principio, revisamos materiales, y doy algunas direcciones técnicas:
- Mezclas de colores para lograr tonos
- Pinceles y sus diferentes usos
- El uso de los trapos, del pincel húmedo, el pincel seco
- La dirección de las sombras
- La formación de texturas
- Detalles transcendentes
Usualmente trabajo con colores primarios, blanco y negro.
Iniciamos pintando sobre papel (De ser posible reciclable) y con acrílicos.
Esta primera parte es más para probar, experimentar los pinceles y sus formas, los colores y sus combinaciones, formas definiciones, trazos. Probamos, y experimentamos.
Va un poco hacia soltar las expectativas que teníamos sobre la experiencia y enfrentarnos a nuestras verdaderas sensaciones, que, con frecuencia pueden ser incómodas y frustrantes. ¡Y es ahí exactamente donde comienza la aventura!
Al ver que la imagen que tenemos de nosotros pintando y la experiencia de pintar no es lo mismo, con alguna frecuencia nos desechamos como artistas. Nos rendimos ante la “realidad” de que no, no somos tan talentosos como nos hubiera encantado pensar.
¡Y sin embargo! Resulta que si. Sólo tenemos que darnos el regalo de la paciencia con nosotros mismos.
Seguimos entonces. Ya frustrados, ya enojados porque no era tan bonito.
Ahí es cuando te reto a soltar tu expectativa. A soltar lo que imaginaste y dejarte llevar por los pinceles y los colores.
Cuando soltamos la imagen que teníamos de nosotros mismos, nos permitimos el lujo de la libertad sin compromisos.
Sos lo que sos. Hacés lo que hacés. Te dejás llevar por la música, la conversación, la risa, lo que ves, lo que sentís.
Pasamos a la canva
Al enfrentarte por fin a la canva, ese amenazante lienzo blanco que te reta a convertirlo algo de significado, le podés contestar, pintando encima suyo, haciendo lo que querás. Diciendo cada tres segundos “Qué pasa si …” y retando a los colores a darte el resultado del experimento. Descubrís la forma, el color, la textura; y en ellos te descubrís a vos mismo/a.
No nos damos palmaditas en la espalda y nos decimos que en la próxima lo haremos mejor. Nos despanzurramos en el lienzo. No importa no hacerlo bien. Se trata de hacerlo, de experimentarte como artista y ver qué pasa!
En mi experiencia, cuando soltás lo que “debés” y hacés lo que “querés” en la tela, salen cosas interesantes por lo bajo, te sorprendés de vos mismo, de lo que no sabías. Y es que con alguna frecuencia, el arte te guía a ver un poquitito más allá de la imagen y a encontrarte con vos mismo, como te ves y como te expresas.
